Romanos 12: 15 Llorar con los que lloran y alegrarse con quienes se alegran.
Este pasaje revela una realidad dentro del cristianismo actual y es que se da cumplimiento a una sola parte del versículo.
Las personas están más dispuestas a llorar con quienes lloran que a sentir alegría por aquellos que están experimentando gozo en sus vidas.
Es innegable como la competitividad y la comparación han hecho que incluso muchos líderes caigan en la nada saludable envidia que trae consigo enemistad y malos ambientes.
Proverbios 27: 4 NVI Cruel es la furia y arrolladora la ira, pero ¿Quién puede enfrentarse a la envidia?
PIENSA EN LO SIGUIENTE…
- He visto publicaciones como estas: “Puedes ir por el mundo sin necesidad de tomarte fotos y publicarlas”. Una cosa es clara y es cuando veo que Dios les permite a personas ir a lugares increíbles, lugares soñados y en mi corazón existe ese gozo de ver a otros que con una simple publicación agradecen a Dios por dicha experiencia. No alegrarse con ellos seria evidenciar algo de envidia en el corazón.
- Por otra parte personas que celebrando logros personales, posiciones, lo que podríamos lograr éxito personal y muchos en lugar de sumarse al regocijo, solo buscan dudosas sospechas del ¿Cómo llegaron hasta allí? … algo que lamentablemente evidencia envidia en el corazón.
También piensa honestamente en esto sin menoscabar en el trasfondo algo superficial pero he oído y visto personas que en redes sociales han dejado de seguir a otras o incluso las han bloqueado solo por el hecho no poder soportar como Dios las está bendiciendo y están siendo visiblemente útiles en la sociedad.
La envidia es la versión dolorosa de la admiración
Muchas personas viven con celos amargos en el corazón más preocupados por traer difamación a otras personas en lugar de construir sus propias historias.
UNA CULTURA DE HONRA…
¿Te imaginas redes sociales llenas de alegría, amor, admiración, honra mutua; en lugar de envidias y celos?
Romanos 12: 10 NVI Ámense los unos a los otros con amor fraternal, respetándose y honrándose mutuamente.
Quizás una de las cosas que más estanca tu éxito personal es una dañina comparación y una actitud de envidia en lugar de honra a tus semejantes.
- Decide amar
- Decide alegrarte con los éxitos no solo propios sino de aquellos que están a tu alrededor
- Decide honrar a todos, en especial a los de la familia de la fe.